Un verdadero pura sangre de Kentucky, el Old Fashioned llegó al este, hasta el Waldorf Astoria de Nueva York, a finales del siglo XIX. Pero fue durante la era posterior a la prohibición que este anciano estadista aseguró su lugar en el folclore de los cócteles, convirtiéndose en la bebida preferida de los locos, los magnates del cine y todos los demás. Malta americana, almíbar de azúcar y bitters. Suave, sencilla y de lo más agradable al paladar, esta es la bebida que uno pide cuando llega.